Limpieza ocular

Seguimos con la higiene del bebé. En este caso os cuento cómo limpiar su preciosos ojitos.

Los bebés tienen unos ojos muy sensibles y que requieren de un cuidado especial, ya que en los primeros años de vida sus glándulas lacrimales producen mayor cantidad de líquido que en las personas adultas.

La cantidad de mucina que producen ayuda a que los bebés tengan los ojos húmedos, pero por otra parte, cuando ésta se solidifica puede provocar que se formen pequeñas costras y sedimentos en las pestañas.
Esto, unido a la falta de drenaje, hace que el bebé esté especialmente expuesto a infecciones de los ojos.

Por todo esto se deben limpiar los ojos con mucho cuidado. Puede hacerse directamente con agua, en el baño diario. Pero mejor con una gasa húmeda, siempre desde el lacrimal hacia la parte externa, para arrastrar toda la suciedad hacia afuera.