Este espacio está dedicado a ti, querida mamá, porque en esta etapa tan dulce de tu vida son muchos los cambios que tu cuerpo y tu mente tendrá que ir asimilando y, en ocasiones, hay que recordarte que tú también necesitas un poquito de mimo.
De momento prestaré atención a tu cuerpo ya que a la mayoría de las mujeres nos preocupa ese momento en el que llega nuestro lindo retoño y nosotras tenemos que recuperar la línea.
Lo primero que quiero decirte es que no debes tener miedo, estoy segura de que recuperarás la figura antes de lo que imaginas.
Suelen decir que no te recuperas del todo hasta que no pasa un año tras el parto; pero te aseguro que una vez que te dan el alta en el hospital cada día que pase te encontrarás un poco mejor contigo misma.
Además un bebé requiere mucho esfuerzo y energía, y esas dedicaciones te garantizan perder algo de peso sin esfuerzo.
Dicho esto tampoco quiero engañarte y te aconsejo que intentes cuidarte antes, durante y después del embarazo. Eso de comer por dos está más que demostrado que es un falso mito, así que come con normalidad y haz el ejercicio físico al que estés habituada, de esta forma todo irá bien.
Eso sí, algunos deportes están contraindicados y tendrás que consultar con el ginecólogo. Por ejemplo, no se te ocurra montar a caballo si sabes que estás embarazada... hay que moverse pero no poner en peligro a nuestro/a pequeño/a.
Te comentaba que no hay que comer por dos... pero tampoco es momento de contar calorías. Lo que sí es buena idea es empezar a cuidarse. No pasar hambre pero empezar a comer alimentos saludables. Si te entra hambre entre horas, come fruta. Si no te gustan las verduras intenta hacer un esfuerzo y prepara platos apetitosos o purés, así podrás mejorar tu figura y darle a tu peque un montón de vitaminas. Y si te gusta la bollería mejor que dejes de comprarla, al no verla evitas la tentación. Estos son simples trucos para cambiar los malos hábitos alimenticios en este momento tan importante de tu vida.
Ten presente que lo ideal en un embarazo es engordar 10 kilos como máximo.
En definitiva: no te obsesiones por el peso pero cuida lo que comes. El embarazo es el mejor momento para cambiar los hábitos ya que hay una necesidad imperiosa de que todo salga bien y tienes una personita más importante que tu propio ser por la que esforzarte. Es por esto que muchas mujeres dejan de fumar en el embarazo, ya que les es más sencillo hacer el esfuerzo por su bebé que por ellas mismas.
Por último, y hablando del tema del tabaco en el embarazo, me gustaría comentar algo que está muy de moda decir últimamente: NO DEJO DE FUMAR PERO FUMO POCO, SOLO PARA QUITARME LA ANSIEDAD PORQUE EL MÉDICO ME HA DICHO QUE ES PEOR QUE EL BEBÉ PASE ANSIEDAD QUE EL PROPIO TABACO.
Os prometo que jamás he escuchado a un médico decir esto y, sin embargo, mi matrona en el primer embarazo sí que me aseguró que el tabaco pasa directamente al líquido amniótico y que el feto que está acostumbrado a recibir nicotina cuando nazca echará en falta esa sustancia. Es por esto que os animo a que dejéis de fumar en cuanto sepáis que estáis embarazada y os invito a reflexionar sobre lo siguiente: ¿si no dejas de fumar en el embarazo, que es el momento idóneo para hacerlo, cuándo piensas dejarlo?
Espero no haberme puesto demasiado pesada con el tema del tabaco pero me parecía importante informar al respecto en este primer post de esta sección. Prometo no volver a abordar este tema a no ser que me escribáis pidiendo opinión u información sobre ello.
Os mando un beso enorme familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario