Se trata de un juego individual con objetos muy variados, preferentemente de materiales naturales (para evitar las pocas experiencias que tienen con ellos los niños/as de hoy en día, más acostumbrados a texturas y objetos de plástico).
Se le presenta a los niños/as los objetos en un gran cesto para que experimente con ellos, los manipulen y jueguen.
Es un juego dirigido a niños/as de 6 o 7 meses, cuando ya han adquirido la capacidad de mantenerse sentados/as.
Favorece el conocimiento y la percepción sensorial (de los cinco sentidos) ya que con la manipulación y exploración descubren sus características.
Ejemplo de materiales que se pueden usar: madera, telas, cintas, gomas, mimbre, metal, piel, cuero, papel o cartón, frutas, materiales de uso casero como espátulas de cocinar...
Se pueden ir cambiando, renovando o aumentando; así la experiencia será más enriquecedora.
Muy importante: tener bien presente la higiene y seguridad. Los materiales siempre deben estar limpios y renovarse cuando empiecen a deteriorarse.
El niño/a juega sólo con el cesto pero se necesita la presencia del adulto para dar seguridad y confianza.
Así ALCANZA POR SÍ MISMO EL APRENDIZAJE.
A tener en cuenta:
- Hay que finalizar la sesión en cuanto observemos síntomas de cansancio.
- El cesto NO debe estar siempre al alcance del niño/a.
- Se usará este juego cuando el niño/a esté en condiciones de concentrarse: despiertos, limpios, comidos...
- Se colocará la zona de juego en un sitio tranquilo, seguro y confortable desde el que pueda ver y ser visto.
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