Para ello empezaremos por el principio, en la primera etapa de 0 a 4 meses.
Se trata de un período crítico ya que el crecimiento y desarrollo son más rápidos que nunca, el bebé tiene que doblar el peso del nacimiento a los cuatro meses.

Es cierto que en los países desarrollados es muy complicado llevar esto a cabo debido a la necesidad de que la madre se incorpore a su puesto de trabajo tras cuatro meses de permiso.
Pero no os preocupes, muy pronto en esta sección os dejaré un post con unas sencillas pautas que os ayuden en este reto.

Por supuesto que también contamos con la alimentación basada en lactancia artificial (con leches de fórmula) para aquellos casos en los que no se pueda o quiera la opción anterior. En esta etapa de 0 a 4 meses se utilizarían fórmulas de inicio, que cubren perfectamente los requerimientos nutricionales de un niño/a sano/a.
Frecuencia de las tomas:
- Si alimentamos al recién nacido con leche materna suelen necesitarse de 8 a 12 tomas diarias (de 2 a 4 horas).
- Si el bebé recibe lactancia artificial pueden necesitar alrededor de 6 a 8 tomas al día.
En ambos casos la alimentación es a demanda, no os agobies con plazos fijos. A los pocos días de estar en casa sincronizaréis vuestras vidas con el bebé sin necesidad de estar mirando el reloj, os lo aseguro, y acabaréis entendiendo perfectamente cuándo tiene hambre y la cantidad que necesita de comida.
Además, la alimentación a demanda implica que si tu bebé con poquitos meses de edad duerme una noche cinco horas seguidas no debes preocuparte ni ponerte el despertador para ofrecerle comer. ¡Tú descansa mami, papi, que bastante sueño necesitáis recuperar!
Por último, en el caso de lactancia artificial, es importante que cuando preparéis un biberón toméis muy en cuenta las cantidades que marca el envase. Los "cacitos" tienen que ser exactos según la cantidad de agua que le pongamos al bibe y tienen que ser rasos. Es importante no poner más cantidad de leche o cacitos para la medida de agua que preparamos para evitar la sobrecarga renal en el niño/a. Tened en cuenta que todos los órganos del peque están en formación y hay que cuidarlos al máximo.
Y no olvidéis de vigilar mucho la temperatura para no quemar a vuestro bebé. Sobre todo si usáis microondas, prestad mucha atención ya que no calienta por todos los lados de igual manera.
Por hoy me despido ya para no aburrirles, aunque lo dejo con ganas de seguir escribiendo para ahondar en las ventajas que tienen ambos estilos de alimentación. Muy pronto...
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