lunes, 12 de enero de 2015

Ventajas de la lactancia artificial


 Hace tiempo hice una entrada explicando las ventajas que posee la lactancia materna pero me sentía en deuda con las madres y padres que optan por alimentar a su bebé con lactancia artificial, así que hoy quiero daros mi punto de vista al respecto.

Como todo en esta vida cada cosa tiene sus ventajas y, por tanto, no dudéis en que la lactancia artificial también.


Aquí os dejo las ventajas que yo he vivenciado:

- Leche de buena calidad: es cierto que la lactancia maternal provee a nuestro bebé de anticuerpos, pero no por ello la lactancia artificial es una alimentación de mala calidad. Los tiempos han cambiado y las leches han mejorado mucho.
A día de hoy se emplea leche de vaca modificada de tal modo que se asemeje lo más posible a la materna. Tienen en su composición los hidratos de carbono, grasa, proteínas y complementos vitamínicos que, tratados químicamente, cubren perfectamente las necesidades del pequeño/a.

- Mayor descanso para la mamá: porque un biberón lo puede dar cualquier persona y la mamá necesita también recuperarse de un gran esfuerzo. La lactancia artificial es sin duda el mejor aliado del descanso no sólo por este reparto de la tarea alimenticia sino también porque el bebé queda más saciado. La leche materna se absorbe muy rápidamente y por tanto las tomas (y los despertares nocturnos) son más frecuentes.
De hecho cuando alimentamos al bebé con leche artificial le podemos incluir en la dieta los cereales a partir del cuarto mes y esto implica que aguante más horas dormido por la noche.

- Uso del chupete desde el primer momento: que ventaja más curiosa, ¿verdad? Os explicaré mejor.
Cuando alimentamos al bebé con lactancia materna no se recomienda usar el chupetes hasta que esté bien establecida la lactancia, es decir, hasta que sepa mamar bien (lo cual suele ser de 1 a 3 meses). Esto es debido a que el chupete tiene una succión diferente del pezón, y si introducimos el chupete desde que nace el bebé se confunde y succiona mal del pecho (produciendo las temidas estrías).
Con el biberón no pasa nada ya que la succión es similar a la del chupete, además por mucho que apriete a nadie le duele.
Con esto tampoco quiero decir que debamos darle chupete al peque sí o sí, eso lo verá cada padre y madre según el reflejo de succión de cada niño/a.

- Es fácil de administrar: es cierto que si llevas al bebé contigo la lactancia materna es muy sencilla, sólo tienes que sacar el pecho allá donde vayas. Pero en ocasiones esto no es muy agradable, porque no encontremos el sitio adecuado, la comodidad, el clima...
Sin embargo con el biberón es muy sencillo. Llevas unas botella de agua mineral, un túper con los cacitos de leche necesarios y el biberón. Lo mezclas todo y tendrás un biberón a temperatura ambiente. Si lo quieres calentito en cualquier bar o restaurante te harán el favor de calentarlo.

- La importancia del contacto: es cierto que el vínculo de la lactancia materna es muy importante pero no lo tenemos que perder por elegir este tipo de lactancia. Yo os aconsejo que si queréis llevar a cabo una amorosa lactancia artificial cuando estéis en casa os descubráis la camisa y administréis el biberón a vuestro bebé con un buen contacto piel con piel. El olor de vuestro cuerpo, la textura, el roce de la piel... es un verdadero placer para vuestro peque y no debéis renunciar a él.

Pienso que con todo esto tenéis buenas razonas para sentiros completamente felices si vuestra decisión es optar por la lactancia artificial.

Por supuesto os animo a agrandar la lista dejando comentarios si conocéis más ventajas.


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